Una mirada sucinta del devenir histórico y cultural de Reynosa, desde la antigüedad hasta el presente, basada en profesional investigación historiográfica con interesantes fotografías e inédita iconografía del valioso patrimonio cultural de esta gran ciudad, cuyo nombre se origina en el linaje de su pasado. Edición Especial Cultural Conmemorativa del R. Ayuntamiento a los 250 años de la Fundación del Nuevo Santander, hoy Tamaulipas.

Lic. Oscar Luebbert Gutiérrez

Me congratula brindar a los lectores esta importante obra, de elaboración paciente y cuidadosa, de profunda búsqueda en múltiples fuentes documentales e iconográficas, muchas de ellas nunca antes referidas o publicadas, y apoyada en la interpretación rigurosa de las mismas, pero expuesta de manera clara, de tal modo que también tenga un valor didáctico que estimule el interés y el estudio, aunados a la participación creativa en la forja cotidiana de nuestra gran ciudad. Quiero hacer un reconocimiento a quienes participaron en la compleja elaboración de este libro, y desear que sus páginas alienten el sentido de arraigo, pertenencia e identidad que el Ayuntamiento de Reynosa promueve para fortalecer la cultura local en el mosaico pluricultural de México.
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14. Primeros años de la vida independiente

II.

EL DEFINITORIO SIGLO XIX

El definitorio siglo XIX


Postal Iglesia de Guadalupe Reynosa


Al consumarse la independencia nacional, México se organizó como monarquía en 1822, con Agustín de Iturbide como emperador. En el Noreste, las diversas fuerzas políticas que gestaban en su interior provocaron la fragmentación de la Diputación de las Provincias Internas de Oriente.
El Nuevo Santander inició la diáspora, al tramitar ante el Congreso nacional la creación de su propia Diputación Provincial, la que fue establecida a principios de 1823.
Un año más tarde y ya bajo la organización republicana y federal, la provincia adquirió el carácter de Estado Libre y Soberano, denominándose en lo sucesivo “Tamaulipas”, en honor a sus serranías costeras, que a su vez tenían su origen toponímico en el pueblo y misión de Tamaholipa , fundado por fray Andrés de Olmos en el siglo XVIII.

Sello Sub Prefectura Partido Reynosa 1838
La capital del nuevo estado fue Padilla, pero en 1825 se trasladó a Aguayo, nombrada oficialmente Ciudad Victoria, en homenaje al primer presidente de la República, Guadalupe Victoria.
La administración del nuevo Estado de Tamaulipas implicó la organización en 1828 de tres unidades departamentales. El Departamento del Norte comprendió a todas las poblaciones situadas a lo largo del río Bravo y a los pueblos aledaños al río de Las Conchas, y cuya cabecera fue Reynosa, siendo Juan Nepomuceno Molano su primer jefe político. Sin embargo, debido al acelerado progreso mercantil de Matamoros, pronto la cabecera del Departamento del Norte se cambió allá.Mapa del Norte de Tamaulipas hacia 1840
A partir de entonces y hasta disolverse la organización departamental a fines del siglo XIX, Matamoros fue la cabecera política de las Villas del Norte, y en lo económico fue el hinterland del puerto.
En 1821 Reynosa contaba con 3,201 habitantes, cifra sensiblemente superior a los 1,191 censados en 1795. Su economía se basaba en la explotación agropecuaria, que en las siguientes tres décadas padeció de limitaciones debido a las incursiones depredadoras de los indios de las praderías y a los trastornos derivados de la independencia de Texas, que provocó la ruina de los ranchos ganaderos ubicados entre los ríos Bravo y Nueces.
Padron de habitantes villa de Reynosa 1827 En medio de esta crisis, hacia 1837, la municipalidad de Reynosa llegó a contar con 5,346 habitantes. Por cuanto a la propiedad productiva, se reportaba la existencia de 550 sitios de agostadero y 60 ranchos. Los bienes de campo se contabilizaban en 8,100 cabezas de ganado vacuno, 6,150 cabezas de ganado caballar, 1,600 cabezas de ganado menor de pelo, 100 cabezas de ganado menor de lana, y 60 cabezas de ganado menor de cerda. La agricultura de temporal, que trataba de aprovechar los ancones del río, tenía apenas superficie de 140 fanegas de sembradura, trabajadas con la fuerza de 240 yuntas de bueyes.
Por su ubicación en medio de las Villas del Norte y sobre un cruce de los caminos a Texas y Monterrey había en Reynosa disponibles 160 mulas aparejadas como transporte, así como 100 carretas en servicio. Ley de Colonizacion Estado de Tamaulipas 1833 Otra actividad económica era la producción de cal, aprovechando la composición geológica de las lomas vecinas a la villa, y que tenía un buen mercado en Matamoros, al desarrollarse en esta ciudad la construcción con ladrillos por influencia arquitectónica norteamericana. En 1837 existían en Reynosa 30 caleras, de ahí el mote de “caleros” aplicado a sus habitantes por largo tiempo.
En estos primeros años de la vida independiente, la población de Reynosa padeció también de terribles epidemias. Al igual que gran parte de Tamaulipas y del país, Reynosa fue asolada en 1833 por el Cólera de Morbus. En 1849 nuevamente se presentó esta epidemia, llamada entonces el “Cólera Chico”, afectando a 540 personas, de las cuales murieron 213, lo que da una idea de lo terrible de esta enfermedad infecto contagiosa.